¿Cómo enseñarle a tu perro a que se quede quieto?
Te gusta enseñar a tu perro nuevas órdenes y te gustaría desarrollar la orden «no te muevas» junto a él: ¡muy bien! Veamos juntos el ejercicio que puedes hacer (¡y volver a hacer!) para enseñar a tu perro a no moverse cuando se lo pidas.
¿Por qué enseñarle este orden?
La orden «no te muevas» no es tan importante como la orden «detente» o «parate», ¡pero sigue siendo muy interesante! De hecho, esta te permitirá:
- Hacer que tu perro se detenga mientras te alejas de él, por ejemplo, mientras corres a la panadería.
- Hacer que tu perro se detenga cuando hagas algo que requiera que no lo tengas cerca / que quieras que espere – por ejemplo cuando le sirvas la comida o cuando llegues a casa con los brazos llenos
- Tranquilizar a tu perro si tiende a entrar en pánico en el momento en el que te pierda de vista, ya sea en casa o al aire libre.
¿Cómo enseñar a tu perro a que se quede quieto?
Requisitos previos
Antes de empezar a enseñar la orden «no te muevas», asegúrate de que tu perro domine bien su nombre y las órdenes «siéntate», «para» y la orden de llamarle. ¡Esto te hará la vida más fácil!
El aprendizaje en varias etapas
Como suele ocurrir, el aprendizaje de un nuevo truco (o de un nuevo orden, si lo prefieres) se llevará a cabo en varias etapas: primero en una habitación, luego en toda la casa y finalmente, en el exterior con cada vez más exigencias.
Paso #1: En una habitación
Toma algunas golosinas que le gusten a tu perro y ve a una habitación de tu casa. Para limitar el estrés, cierra la habitación. Para aumentar las posibilidades de éxito, elija un momento en el que su perro esté tranquilo y atento (no sólo después de un paseo o después de volver a casa).
Pídele a tu perro que se detenga (con la orden «detente» o «para») y que se siente (con la orden «siéntate»). Entonces di su nombre y di «no te muevas». Empieza a caminar a unos pasos de él sin darle la espalda. Si no se mueve, llámalo con la orden de llamar («aquí», «ven aquí»…) y felicítalo con un poco de pienso.
Si se mueve, hazlo de nuevo. Haz que se detenga y se siente.
Repite esto el tiempo que sea necesario para que entienda la orden. Entonces aumente la dificultad, por ejemplo:
- No le digas «ven aquí» de inmediato: espera;
- Dale la espalda y ponte en posición;
- Deja de darle recompensas sistemáticamente.
Pero ten cuidado: un perro se aburre rápidamente (¡un cachorro aún más!). No hagas sesiones que duren más de unos minutos y, en el momento en el que tu perro se aburra y ya no te escuche, detente. Es mejor empezar varias veces durante el día que hacer una larga sesión tras otra, lo que pondrá a prueba su paciencia y la de su perro.
Paso #2: Por toda la casa
Una vez que la orden «no te muevas» esté bien establecida en una habitación, cuando estés a pocos metros de tu perro, pasa al siguiente paso: repite el ejercicio anterior en toda la casa.
La dificultad es que cuando salgas del campo de visión de tu perro, este tenderá a moverse (oirás sus patas en el suelo y verás su cabeza aparecer a través de la puerta de la habitación donde estés).
Cada vez que se mueve y se una a ti sin ninguna orden tuya, date la vuelta y vuelve a colocarlo correctamente en la habitación que habías elegido en la base. Haz que se detenga, se siente y se aleje de nuevo.
Paso #3: En el exterior
Cuando se logra el orden en la casa, es hora de pasar al exterior con los mismos pasos: empezar alejándose un poco, sin darle la espalda, luego alejarse más, hacer que espere, y luego salir de su campo de visión.
Luego puedes probar la experiencia frente a una panadería, mientras compras el pan (para mayor seguridad, no dudes en atarlo las primeras veces…).
À noter : plus votre chien sera stressé par l’abandon ou en situation d’hyper attachement, plus l’exercice sera compliqué (voire traumatisant) pour lui. Allez-y doucement, étape par étape.
Las actitudes adecuadas para el ejercicio
Como con cualquier ejercicio y cualquier orden que proponemos aquí, es importante señalar que:
- Se trata de la repetición;
- Tienes que ser paciente y gentil;
- Tu voz (y especialmente el timbre de tu voz) es importante.
La repetición más que la longitud
Para enseñar una orden a un perro, es mejor favorecer la repetición (sesiones de 5 minutos 3,4 veces al día) que la duración de las sesiones (una sesión de 20 minutos). De hecho, tu perro puede perder el interés por ti después de un período de tiempo más o menos largo (depende de los perros y de su capacidad de atención).
¡Paciencia y dulzura!
No practiques con tu perro si está molesto o cansado. Puede que te enfades con tu perro y esto tendrá el efecto contrario. En cambio, disfruta de un momento de juego y calma para que puedas disfrutar de los ejercicios junto con tu mascota.
Tu tono de voz importa
Un tono firme para dar órdenes y un tono agudo y juguetón para alabar a tu perro debería funcionar a la perfección.
Y tú, ¿alguna vez le has enseñado a un perro la orden «no te muevas»? ¿Cómo lo has hecho? ¿Qué tal lo ha llevado él?
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