Husky Siberiano

Obviamente el Husky siberiano es de origen nórdico. Este poderoso perro de trabajo fue criado por los Chukchi, una tribu esquimal, que lo usaban para tirar de los trineos.

Estas personas, que estaban muy cerca de los inuit, vivían en aislados completamente. La necesidad de tener buenos perros de trineo llevó a los Chukchi a desarrollar un sistema inteligente de cría, produciendo así una raza continuamente mejorada. Así, los perros agresivos fueron sistemáticamente eliminados.

Los pueblos nórdicos no cuidaban generalmente a sus perros, excepto para el trabajo. Los Chukchi amaban a sus perros y trataron de producir una raza de perro familiar que aún así pudiera ser apta para el trabajo. A partir de entonces, el Husky siberiano se convirtió en parte de la familia.

Fue en Alaska, en 1909, que los primeros perros participaron en la competencia All Alaska Sweepstake, donde el primer equipo obtuvo el tercer lugar.

Los perros causaron una gran impresión en esta competición, lo que llevó a Fox Maule Ramsay, Escocés de origen, a importar aún más con el fin de formar varios equipos para poder aumentar su participación en tales competiciones.

Siendo el Husky siberiano un perro de trabajo excepcional, logró una hazaña sin precedentes en 1925, llevando un suero esencial para la supervivencia de la gente que vivía en Nome, un pueblo muy aislado de Alaska. La distancia de 1085 km (657 millas) recorrida en sólo 127,5 horas le valió a los dueños y a sus perros el reconocimiento nacional.

Los primos cercanos del Husky siberiano son los groenlandeses, los samoyedos y los malamutes, de Siberia y Alaska.

Aunque es considerado un perro, el Husky siberiano posee el 85% de las características del lobo. Este perro es la raza más cercana al lobo que existe en el planeta.