Terranova

Procedente de la isla de Terranova, en Canadá, esta raza desciende de los perros autóctonos que fueron cruzados con los grandes perros de caza del oso de la isla, introducidos en el año 1001 d.C. por los vikingos. La raza Terranova mejoró mucho tras la llegada de los pescadores europeos a la isla de Terranova.

A pesar de la mejora del cruce con otras razas, las primeras características originales de Terranova se conservaron. El comportamiento y los rasgos físicos del animal ya estaban bien establecidos en 1610, al inicio de la colonización, y fue alrededor del siglo XVIII cuando los terranovas comenzaron a ser utilizados para tirar de los troncos de los árboles talados.

Las tripulaciones de los barcos pesqueros de la época contaban con los perros como miembros separados. Se utilizaban para recuperar ciertos objetos, para colocar las redes de pesca a bordo del barco y para rescatar a los hombres que habían caído por la borda.

Algunos creen que el antepasado del Terranova sería el Mastín Tibetano que llegó a través del Estrecho de Bering con los antecesores de los nativos americanos. Este antepasado de todos los mastines podría ser también el antepasado del Terranova. Es probable que ambas versiones sean verdaderas ya que no hay pruebas de lo contrario.

También es probable que los perros indios se cruzaran con un Mastín Tibetano para llegar al espléndido ejemplar que representa el actual Terranova. Este antepasado, como Otis Mason cuenta en su "Handbook of American Indian", se ha utilizado para supervisar, tirar de trineos, pescar, cazar y también para vigilar y hacer compañía a los niños. Todas estas actividades son muy similares a las que lleva a cabo el Terranova hoy en día.

Independientemente de los orígenes del Terranova y de los perros que se usaron para lograr esta raza, el perro tal como lo conocemos hoy en día es uno de los más maravillosos del planeta.