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La anestesia en los perros : todo lo que debes saber

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¿Qué es la anestesia en los perros?

La anestesia en los perros es la abolición reversible de la sensibilidad causada voluntariamente por la administración de productos anestésicos en el organismo canino. Las formas más utilizadas y conocidas son la anestesia local y la general.

Anestesia local

La pérdida de sensibilidad reversible es inducida voluntariamente, sin embargo, esta está dirigida a una parte específica del cuerpo solamente.

Anestesia general

La pérdida de sensibilidad reversible es provocada deliberadamente por la administración de medicamentos que luego provocan la disminución o la abolición total de los reflejos, esto produce y conlleva una insensibilidad al dolor y una inmovilidad total del animal.

Ya sea local o general, la anestesia se utiliza generalmente con fines terapéuticos para realizar ciertas cirugías o tratamientos evitando el dolor en el perro.

El proceso de la anestesia

Antes de anestesiar a un perro, es necesario tomar ciertas medidas para asegurar que toda la operación se desarrolle sin problemas y que el animal esté protegido en todo momento.

Pesar al perro

El peso determina la cantidad de medicación anestésica necesaria para el perro.

Pasos:

  • Pesar al perro
  • Determinar la dosis necesaria de medicación
  • Anestesia orientada a un protocolo adaptado a los factores de riesgo relacionados con el peso del perro

Examen general y evaluación del estado de salud general

  • Discusión con el dueño sobre el historial médico del perro
  • Examen general realizado por el veterinario
  • Exámenes adicionales si es necesario

Auscultación cardíaca

  • Detecta un soplo en el corazón
  • En el caso de que padezca soplo, investiga para determinar la fuente
  • Evaluar la gravedad del soplo cardíaco
  • Anestesia orientada hacia un protocolo adaptado a los factores de riesgo si es necesario

Colocación de un catéter intravenoso

  • Permite inyectar un sedante directamente en cualquier momento si surge la necesidad durante el procedimiento terapéutico.
  • Permite la inyección de ciertos medicamentos en situaciones de emergencia.
  • Permite la inyección de solución salina fisiológica para asegurar la hidratación del perro durante todo el procedimiento.

Tranquilización del perro

  • Inyección de un tranquilizante intravenoso para calmar rápidamente al perro, haciéndolo más cómodo para el animal.
  • Tranquilizar al perro permite al veterinario realizar los cuidados o exámenes complementarios al tratamiento.
  • Esto permite optimizar y maximizar la acción de la anestesia y reducir las dosis necesarias, reduciendo así en gran medida los efectos secundarios para el animal.

Inducción

  • Este es el momento en que el perro está completamente dormido.
  • Inyección de un anestésico de corta duración en el catéter o a través de la mascarilla, liberando una mezcla de gas y oxígeno anestésico volátil.
  • Una vez la inducción ha sido realizada, se coloca una sonda en la tráquea del perro para poder vigilar así todos los gases exhalados o inhalados durante la anestesia.

Mantenimiento

  • Esta es la fase de anestesia en la que se aplica el tratamiento quirúrgico.
  • Inyección de un anestésico de acción prolongada o mediante la respiración de gas anestésico
  • Durante esta fase, todos los parámetros son vigilados constantemente.

Control del dolor

  • El veterinario tiene un cuidado especial en controlar el dolor en los perros.
  • Por lo general se utilizan derivados de la morfina y AINES (Anti-Dolores No Esteroideos).
  • Para permitir al perro una cómoda recuperación postoperatoria, el veterinario suele utilizar la analgesia epidural lo antes posible después de una cirugía osteoarticular, esta involucra los miembros posteriores.

Supervisión

  • El conjunto de equipos utilizados para controlar y vigilar los signos vitales del perro en todo momento durante la anestesia se llama «monitorig» o monitorización. Los veterinarios suelen utilizar la tecnología de vigilancia más avanzada que suele ser similar a la utilizada en la medicina humana.

Vigilancia

  • Corazón
    • Electrocardiograma permanente posible con electrodos
    • La monitorización de la actividad física del corazón
    • Vigilancia de la frecuencia de los latidos
    • Indicación del porcentaje de saturación de oxígeno en la sangre mediante un clip en la lengua
  • Respiración
    • Análisis de los gases exhalados e inhalados por el perro usando un capnógrafo
    • El capnógrafo también puede medir la cantidad de gas anestésico exhalado e inhalado.
    • Permite controlar con mucha precisión la profundidad de la anestesia.
    • La respiración artificial también es posible cuando se dispone del equipo necesario.
  • Control de los reflejos y auscultación
    • Características físicas monitoreadas para evaluar adecuadamente la profundidad de la anestesia

Despertar del perro anestesiado

  • Temperatura

La hipotermia es uno de los efectos secundarios de la anestesia general. Normalmente se utilizan lámparas de calor o bolsas de agua caliente, según el caso, para calentar al perro.

  • Respiración

Normalmente se dispone de una cabina de oxígeno en caso de que el perro sufra una insuficiencia respiratoria.

  • Hidratación

La perfusión o infusión intravenosa se mantiene en los perros durante el tiempo necesario justificado. 

  • Comodidad

La mayoría de las veces, los veterinarios suelen tener grandes jaulas que permiten la comodidad del perro lo que asegura una buena recuperación postoperatoria del animal.

Al igual que la anestesia en los humanos, la anestesia general en los perros implica riesgos. Al igual que en los humanos, el riesgo de muerte en los perros también es posible. Según algunos estudios, esta es de alrededor del 0,18% en los perros o 1,8 posibilidades entre 1000.

Las causas que pueden causar la muerte del perro durante la anestesia son varias. En alrededor del 30% de los casos, las causas son completamente desconocidas. Para los demás, hay varios factores que pueden aumentar el riesgo para el perro.

Los riesgos de la anestesia en los perros

¿Cuáles son los riesgos de la anestesia en los perros? Hay que tener en cuenta varios factores:

Estado de salud inicial

Dependiendo del estado de salud del perro antes del procedimiento y antes de la anestesia, los riesgos pueden aumentar. Por ejemplo, un perro que sufre de insuficiencia renal tiene un mayor riesgo de sufrir ciertas complicaciones, a veces incluso la muerte.

Grado de urgencia del procedimiento quirúrgico

Un procedimiento quirúrgico planificado y programado con antelación es generalmente menos arriesgado que un procedimiento que debe realizarse con urgencia. Por ejemplo, la esterilización o la castración de una perra rara vez conlleva o se producen complicaciones, en comparación con una cesárea de emergencia, en la que los riesgos son muy altos.

La gravedad de la cirugía

La cirugía mayor es mucho más arriesgada que la menor. Por ejemplo, extraer un diente es mucho menos arriesgado que una cirugía a corazón abierto.

Peso del paciente – Demasiado pequeño

Los perros muy pequeños, los que pesan menos de 5 kg, corren mayor riesgo que los grandes o muy grandes.

Peso del paciente – Obesidad

La presencia de grasa abdominal en los perros produce los mismos fenómenos que en los humanos y aumenta el riesgo de complicaciones anestésicas además de alargar el procedimiento.

Edad del perro anestesiado

Cuanto más viejo sea el perro, mayores son los riesgos relacionados con la anestesia.

Tipo de anestesia

Existen varias maneras de proceder con la anestesia, dependiendo del tipo utilizado por el veterinario, los riesgos pueden variar.

A diferencia de los humanos, los anestésicos locales no son comunes en los perros. Cuando un perro requiere anestesia, la mayoría de las veces es una anestesia general con el objetivo de asegurar la inmovilidad del animal y al mismo tiempo eliminar cualquier forma de dolor en el animal.

Como en los humanos, el riesgo anestésico tampoco es del cero por ciento en los perros. Por eso es esencial que el veterinario esté familiarizado con todos los aspectos del perro y su salud en general.

Toda la información pertinente debe ser entregada al veterinario antes de que se administre la anestesia al perro, a fin de limitar así el riesgo de complicaciones.

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